Bolivia tiene una valerosa presidenta
LA NUEVA REPUBLICA DE BOLIVIA, ya tiene una Presidente, proveniente de uno de los departamentos más lindos y ricos de Bolivia, el Beni; haciendo que su provincia, San Joaquín sea internacionalmente conocida, ya que nos ofrece a los bolivianos una ciudadana valerosa y patriota que asume la Primera Magistratura, transitoriamente, con la misión de asegurar en Bolivia la democracia en toda su expresión.
Digo VALEROSA, porque siendo, en la Directiva del Senado la Segunda Vicepresidente, la historia, le abrió el camino para que asumiera la mayor responsabilidad administrar un Estado Pluriétnico, Plurilingua y Plurinacional, en momentos de una crisis política, partidaria, social, económica y moral nunca antes vivida en el país, a consecuencia de un gobierno popular, de tendencia socialista, divisionista y autoritario que cometió FRAUDE SOCIAL.
Repito FRAUDE SOCIAL, porque no gobernó con indígenas, sino que los utilizó para sus intereses personales y de su partido; no cumplió con los campesinos dándoles mejores condiciones de vida y ofreciéndoles tecnologías para superar el rezago en la producción; no generó industrias que permitan a la mayoría de los bolivianos el DERECHO al TRABAJO; no cumplió con los sectores más importantes del desarrollo nacional como son la EDUCACION y la SALUD; no dio mejores condiciones de vida a los pobres como lo demuestran los cientos de “personas” pidiendo caridad en las calles de nuestras ciudades o los miles de bolivianos que viven, aun con menos de un dólar por día; se enriqueció personalmente y vivió como uno de los más ricos “JEQUES” ÁRABES con aviones costosos, carros de lujo para su seguridad y lo peor construyendo “SU PALACIO DEL PUEBLO, CUAL TORRE DE BABEL” sólo para ensimismar su propio EGO.
Hoy ante un intento de FRAUDE PARLAMENTARIO, dirigido por la abogada Betty Yañiquez y los senadores y diputados MAS, que no cumplieron con su deber cívico-patriótico, la Segunda Vicepresidenta del Senado, asumió valientemente y respaldada por la CONSTITUCION, el mando de la Nación, incluso bajo presión de movimientos sociales pagados, por los asilados en México, para amedrentarla.
La senadora JANINE AÑEZ, es la Presidente número 66 del Estado Boliviano. (El número 66 simboliza: “incondicional, amor, fe, confianza y curación”; Esotéricamente el 66 significa “Acciones de responsabilidad social”. Por ello, no creo que sea mera coincidencia el rol histórico que le toca jugar a Janine Añez; ella, la Presidente de todos los bolivianos, ingresa a cumplir su misión, amparada por el “Libro Sagrado”, que prima como Ley Divina ante las leyes de los hombres.
Momento histórico para la ciudadana beniana, que representa a los otros pueblos y culturas del oriente boliviano, cuya misión en el tiempo que le toca gobernar, además de recuperar el Estado Boliviano y sus Instituciones, tiene la misión principal de llevarnos a unas ELECCIONES LIMPIAS, SIN FRAUDE Y ROBO DEL VOTO DEL PUEBLO, a través de los cuales, debe conseguir el abrazo de todos los bolivianos, sean estos indígenas y no indígenas; Aymaras, Quechuas o de los pueblos del Chaco y la Amazonía, con los de las ciudades.
Con esta presidenta, simbólicamente, se debe de fortalecerse el reconocimiento del pluriculturalismo, con su símbolo que es la bandera multicolor la HUIPHALA reconocida en la Constitución; tocándole ahora, en este corto tiempo trabajar por que los pueblos del chaco y la amazonía, que no recibieron trato igualitario, con la anterior administración, sean igualmente reconocidos y valorados en la Constitución, aprobándose que su bandera del PATUJU, pueda ser enarbolada al lado de la TRICOLOR NACIONAL en todas las instituciones de la Patria, como lo está la huiphala.
JANINE AÑEZ, asume la Presidencia de la Nueva República de Bolivia, después que las anteriores autoridades participaron de uno de los hechos más vergonzosos de la historia de Bolivia, el MEGAFRAUDE Y EL ROBO CIVICO del 20 de octubre y que les obligó a renunciar a sus cargos por PRESION CIVIL-POLICIAL y no por GOLPE DE ESTADO, como se quiere hacer creer al mundo y porque las Fuerzas Armadas fueron constitucionalistas.
Es responsabilidad de todos los bolivianos apoyar este tiempo de transición.
¡VIVA LA NUEVA REPUBLICA DE BOLIVIA, LIBRE, DEMOCRATICA Y UNIDA!
Ciudadano: Horacio Toro Ocampo